Suprimí los comentarios... porque me dio la gana!!!!!!!!

Cap 02 - "Mi primer día en el ChatND... qué vaina es esta?"


Recordar exactamente qué día entré por primera vez a ese chat está bien difícil, pero me acuerdo que era de noche y también que mucha gente era citada allí en los posts de la sección "Hable de lo que quiera"... después de resolver rapidamente el procedimiento de conexión y esa madre, le di a la tecla de rigor pensando que me iba a encontrar con un campo de batalla virtual de chavistas contra opositores tan agresivo como los que se veían en los threads de ND... tamaño error de mi parte!!!!.

Esa noche se me hizo muy normal saludar con la cortesía que, a veces, ni el eco responde... y vaya, al leer -o tratar de leer mas bien, ya saben cómo son los chats- me encontré con un discurso quizás mas propio del Club de Mickey Mouse o algo así que el contenido propio de un site de opinión política... que sorpresa tan ambivalente!!!, allí todo eran cariñitos bien cursis, uso desmesurado de los íconos para expresar aparentes emociones, superlativización de expresiones para hacer relevante la alegría de que alguien entrara, pases de línea -cual macoya electorera- de cómo tratar a alguien que no fuera del agrado de alguno de los presentes... en fin, aparentaba ser eso que llamaban "comunidad virtual". elevado a la enésima potencia y con una visión parcial propia de aquello que no implica el contacto personal.

Lo primero que vi allí fue la presencia de un grupo de mujeres -o eso aparentaban sus nicks- que ejercían un relativo control de la situación y dinámica, las cuales se hacían llamar "las amarguetas" o algo así. La primera impresión que me llevé fue la de que estaba compartiendo una sala de chat con un grupo de quinceañeras por las cosas que escribían con tanta vehemencia... si hasta llegué a sentirme todo un anciano en la "compañía" de esas damas!!!!!!, y cómo no?, de "amiguita" no se bajaban y se comentaban cosas mas propias de un colegio católico de niñas con la libido a millón que lo que se puede esperar de señoras de cierta edad... .

... Y yo allí!!!!!... honestamente me sentía al principio como "cucaracha en baile de gallinas", tratando de encontrar alguien con quién platicar algo mas acorde a las vivencias propias de un tipo cuarentón y, entre tanta expresión sobre edulcorada, apareció alguién con quién tendría mi primera conversación en ese chat -la primera de muchas, todo hay que decirlo-.

"Adri37" fue la primera persona con la que chatee en ese salón virtual... cómo decirlo de forma simple?, entre ese esquema de "fraternidad" tan sui géneris pero matizado con el temor de rechazo de una aparente mafia, sólo se podía dar una plática cordial con alguien que estuviera tan desubicado como yo en ese momento. Me atrevo a afirmar que Adri, a pesar de que llevaba evidentemente mas tiempo entrando allí, seguía buscando acomodo ante su búsqueda de contacto e información similar a la mía.

Esa primera plática con Adri fue realmente excelente... tuve el chance de interactuar con una persona que vivía en el exterior -igual que yo- y que pensé que podía manejar los mismos deseos de respuestas sobre lo que acontecía por tierras venezolanas. Comenzó la presentación de rigor, en la que debo reconocer que me quedé sorprendido con la apertura con la que me comentó cuestiones vitales de una forma muy abierta, con una reserva quizás algo laxa para mi gusto pero que agradecí como un gesto de confianza hacia mi persona, cosa que se me sigue haciendo muy extraña dado el escenario evidentemente impersonal de un chat... hoy pienso en ésto que escribo y me rio de tanta candidez -o mejor dicho, pendejez- de mi parte con eso de lo virtual.

Lo cierto es que comencé a saber quién era cada quién gracias a los comentarios de Adri... yo estaba "mas perdido que el hijo de Lindbergh" entre tantos nicks, pero ella tuvo la paciencia de irme describiendo una por una a los usuarios que allí estaban, con muchísimo detalle por cierto, siempre refieriéndose a las amarguetas como "sus amigas" -vaya con el atajaperros que se armó después- y, entre esas referencias y lo que leía fue muy fácil comenzar a diferenciar a cada quién.

A quién reconocí primero fue a "Artemisa"... y cómo no?... esta actuaba cual bulldog como la guardiana de la "integridad amargueta" -y me permito ese disparáte linguístico al igual que todos los que me de la gana-. Para Artemisa cualquier persona nueva mínimo era un espía del G2 cubano o algo así... en fin, toda una conducta paranoide casi de libro de Psicopatología que se me hacía extrañísima en una persona joven -hay que recordar que yo pensaba que estaba entre muchachos-... debo reconocer que el trato de ella hacia mi persona, sobre todo después que pasé una aparente "prueba de lealtad" de la que no tenía ni idea que me habían sometido, siempre fue muy amable y cordial en todo momento... pero en cierto sentido, sería esa paranoia la que haría que ese club de amarguetas explotara posteriormente y para bien, cual avión el 11 de septiembre.

Luego tuve el chance de "conocer" a "Siete Estrellas"... La principal característica de 7 -como la llamaban todos- era el poco escribir en la sala pública y su tendencia a comunicarse por mensajes privados. Esos comentarios en lo que a mí se refiere siempre eran de saludos muy cordiales, de esos que se usan para quedar bien y para mantener una presencia más o menos constante pero que este interlocutor no comprendía bien el porqué o para qué servían hasta que comenzó el famoso pleíto que dio forma a la pelea virtual en ND -eso es tema de otro capítulo y no duden que lo voy a escribir completo-.

También comencé a interactuar con otras de ese club... eran varios nombres que no recuerdo... quizás a Del Carmen o a Brujitas... pero aparecerían dos personas de ese club a quienes dedicaré especial atención mas adelante... por supuesto a "A mi manera" y evidentemente a "Mandoquera", dos imágenes rescatables en mi paso por ese chat... .

Pocas noches después vino el famoso atajaperros del "Floripondio Sinforoso" -primera aparición del Monje Loco-, los pleitos de Brachito y el gato Tucusio, la insidia del tal Yugo con el apoyo del Ricaurte -actuando ambos hombres como viejas chimoleras- y los primeros contactos con la autodenominada "Bella Zuliana", la constante vaciladera con "Peste"... pero eso será en próximos escritos.